En la búsqueda de una vida urbana más sostenible y agradable, resulta crucial devolver el espacio público al ciudadano. Este enfoque no solo contribuye al valor del territorio, sino que también mejora la calidad del entorno urbano en su conjunto. Para lograr este objetivo, es fundamental apoyar el desarrollo de infraestructuras de transporte mediante un adecuado ordenamiento urbano, promoviendo así la movilidad sostenible que fomenta la caminata y otros modos de transporte no motorizados, así como el uso de medios de transporte colectivo y masivo. Alejándonos de la trampa espiral resulta de la dependencia del uso constante del vehículo privado y de requerir constantemente crear vías con más carriles.

La movilidad sostenible es un factor clave en la creación de ciudades más habitables y respetuosas con el medio ambiente. Al fomentar la caminata y otros modos no motorizados, como el ciclismo, reducimos la dependencia de los vehículos privados y promovemos un estilo de vida más saludable y activo. Además, el impulso del transporte colectivo y masivo ayuda a disminuir la congestión vial y las emisiones contaminantes, mejorando la calidad del aire y reduciendo los niveles de ruido en nuestras calles.

La valorización del entorno urbano es otro aspecto crucial que se ve directamente afectado por la recuperación del espacio público. Al crear entornos más amigables para el peatón y el ciclista, generamos un efecto positivo en la percepción de los ciudadanos sobre su propia ciudad. Esto contribuye a la creación de una identidad urbana más sólida y una mayor atracción para los residentes, visitantes y potenciales inversionistas. La disponibilidad de espacios públicos bien diseñados y seguros para el disfrute de todos se convierte en un factor clave en la toma de decisiones a la hora de elegir dónde vivir, trabajar o invertir.

Es importante destacar que la recuperación del espacio público no tiene que ser un proceso largo y complejo. Existen acciones visibles y de corto plazo que pueden desencadenar un cambio de paradigma y un mayor cuidado por nuestras ciudades. Estas acciones pueden ir desde la implementación de áreas peatonales y carriles exclusivos para bicicletas hasta la creación de plazas y parques accesibles para todos. Además, es crucial establecer una malla adecuada, continua y coherente que priorice la movilidad sostenible, brindando así una red segura y cómoda para los peatones y ciclistas en toda la ciudad.

En este sentido, es necesario fomentar los usos sostenibles o modos no motorizados, impulsando cambios en la distribución modal del transporte urbano. Esto implica brindar apoyo y promoción activa a alternativas de movilidad como la caminata y el ciclismo, mediante la implementación de infraestructuras adecuadas, la sensibilización y educación de la población, así como la creación de incentivos para su adopción. Además, es fundamental fomentar el uso del transporte público eficiente y masivo, con una red de transporte integrada que facilite los desplazamientos de manera rápida y segura.

¿Qué deben hacer los Ayuntamientos e instituciones relacionadas para lograrlo?

La colaboración entre los ayuntamientos, instituciones reguladoras del tránsito y entidades responsables de la construcción de infraestructuras viales es esencial para lograr la meta de crear infraestructuras que destinen espacios públicos de valor y mejoren la calidad de vida de los ciudadanos. En el caso de República Dominicana, organismos como el Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant) y el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) desempeñan un papel fundamental en este proceso.

Una de las acciones concretas que se pueden llevar a cabo es la creación de un plan de ordenamiento urbano que tenga en cuenta la movilidad eficiente y sostenible. Esto implica diseñar y construir aceras amplias, seguras y accesibles que fomenten el desplazamiento peatonal, así como la implementación de isletas y elementos de calmado de tráfico que reduzcan la velocidad de los vehículos y mejoren la seguridad vial.

En cuanto a las avenidas y calles principales, es importante que sean diseñadas de manera que integren diferentes modos de transporte. Esto implica la creación de carriles exclusivos para el transporte público, la implementación de ciclovías seguras y la promoción de la intermodalidad, facilitando las conexiones entre diferentes medios de transporte, como autobuses, metro y bicicletas.

Para lograr una movilidad eficiente y sostenible, es fundamental implementar sistemas integrados de transporte público. Esto implica la creación de redes de transporte que permitan la conexión fluida entre diferentes zonas de la ciudad, utilizando tecnologías como el pago electrónico y la información en tiempo real. Además, se deben establecer tarifas justas y asequibles que incentiven el uso del transporte público frente al vehículo privado.

Es importante mencionar que el diseño y la construcción de infraestructuras viales deben realizarse considerando criterios de accesibilidad universal, garantizando que todas las personas, incluyendo aquellas con movilidad reducida, puedan desplazarse de manera segura y autónoma por la ciudad. Esto implica la eliminación de barreras arquitectónicas, la instalación de rampas y pasos peatonales accesibles, así como la incorporación de señalización clara y legible para todos.

Por último, es esencial que la planificación y construcción de infraestructuras viales y redes de transporte estén en línea con los objetivos de desarrollo sostenible y el cuidado del medio ambiente. Esto implica fomentar el uso de vehículos eléctricos y la implementación de medidas para reducir las emisiones contaminantes. Asimismo, se deben promover políticas de gestión del tráfico que prioricen la movilidad peatonal y ciclista, reduciendo la dependencia del automóvil y promoviendo el uso compartido de vehículos.

Facilitando el acceso a la movilidad para todos en el Gran Santo Domingo

En municipios como los que componen el Gran Santo Domingo (metrópolis ideal), es fundamental garantizar un acceso equitativo a la movilidad para todos los ciudadanos. Mejorar la conectividad y fortalecer la red integral de transporte son aspectos clave para lograr este objetivo. Aquí hay algunas medidas que pueden ser implementadas:

  1. Mejorar la conectividad: Es esencial establecer una red de infraestructuras viales que conecte eficientemente las diferentes zonas del Gran Santo Domingo. Esto incluye la construcción y mantenimiento de carreteras, calles y puentes para garantizar una circulación fluida y segura. Además, se deben implementar sistemas de gestión del tráfico inteligentes que optimicen el flujo vehicular y reduzcan la congestión.
  2. Implementar líneas de autobuses: El fortalecimiento del transporte público en forma de líneas de autobuses eficientes y bien planificadas puede marcar una gran diferencia en la movilidad de los ciudadanos. Esto implica establecer rutas estratégicas que cubran las áreas de mayor demanda, asegurando una frecuencia adecuada y horarios convenientes. También se deben implementar medidas que garanticen la accesibilidad universal en los autobuses, como rampas y espacios reservados para personas con movilidad reducida.
  3. Fortalecer la red integral de transporte: La creación de más líneas de trenes ligeros y la expansión del sistema de metro son acciones prioritarias para mejorar la movilidad en el Gran Santo Domingo. Estas soluciones de transporte masivo son eficientes, rápidas y amigables con el medio ambiente. Además, se deben establecer interconexiones entre diferentes modos de transporte, facilitando los trasbordos entre autobuses, trenes y metro, y promoviendo la intermodalidad.
  4. Fomentar el transporte no motorizado: Para mejorar la movilidad y promover un estilo de vida saludable, es crucial fomentar el uso de modos de transporte no motorizados, como caminar y el ciclismo. Esto implica la creación de una red de senderos y ciclovías seguras, bien señalizadas y conectadas, que permitan a los ciudadanos desplazarse de manera segura y cómoda. También se pueden implementar sistemas de alquiler de bicicletas y promover campañas de concientización sobre los beneficios de estas formas de transporte.
  5. Integrar tecnología y tarifas accesibles: La implementación de tecnologías avanzadas en el sistema de transporte, como el pago electrónico y la información en tiempo real, mejora la experiencia del usuario y facilita el acceso a los servicios. Además, se deben establecer tarifas justas y accesibles que incentiven el uso del transporte público y promuevan la equidad en la movilidad.

Es importante destacar que todas estas medidas deben ir acompañadas de una planificación adecuada, participación ciudadana y una evaluación constante de su efectividad. La colaboración entre los diferentes actores, incluyendo los ayuntamientos, instituciones de transporte y la sociedad civil, es fundamental para lograr una movilidad eficiente, sostenible y que genere bienestar para todos los ciudadanos del Gran Santo Domingo.